Por: Gustavo Duch Guillot*
Unos meses después del terremoto en Haití, el ex presidente estadunidense Bill Clinton, ahora enviado especial de he tenido que vivir todos los días con las consecuencias de la pérdida de la capacidad de producir una cosecha de arroz en Haití para alimentar a esa gente, debido a lo que yo hice, nadie más
.
Pero sí, hay más culpables que el presidente de entonces. Como también hemos podido conocer, a los pocos días del terremoto, con el presidente de ahora, entre la ayuda alimentaria tan necesaria para esos primeros momentos llegaron cargamentos de arroz facilitados por
Pero Haití, ese país invisible durante tantos años, parece determinado en mostrarnos todo el catálogo de perversos mecanismos que, en este caso Estados Unidos y sus multinacionales –un buen ejemplo de los estados corporativos
que gobiernan a los pueblos– utilizan en el avance por el control de la alimentación. Y aquí entre en escena Monsanto, la corporación conocida por su dominio en el sector de las semillas, y especialmente en las modificadas genéticamente. A principios del mes de mayo se hizo pública la voluntad de Monsanto de colaborar con Haití. Las primeras informaciones indicaban que la empresa había acordado, con el respaldo de la embajada de Estados Unidos en Haití, entregar gratuitamente 475 toneladas de maíz transgénico (junto con sus fertilizantes y pesticidas asociados) y 2 toneladas de semillas de hortalizas, todo en el contexto del programa WINNER (ganador), liderado por
Aunque en Haití no están verificando si las semillas entregadas son o no transgénicas, la diferencia entre donar semillas híbridas o transgénicas, para los intereses de Monsanto no es significativa. En ambos casos estamos hablando de unas semillas mejoradas en los laboratorios muy exigentes en el uso de fertilizantes y pesticidas (productos incluidos en la donación). Además, el grano de la cosecha no puede ser aprovechado como semilla para nuevas cosechas, con lo que el campesinado se verá obligado a comprar nuevas semillas. Y aquí radica el altruismo
de Monsanto. Si bien durante los años 2007 y 2008 (curiosamente, durante la crisis alimentaria) los beneficios de Monsanto no dejaron de crecer, la crisis parece haber llegado también a sus cuentas de resultados. Según el director ejecutivo de la trasnacional, Hugh Grant, el principal motivo de esta caída fue la disminución en las ventas de herbicidas y productos químicos. ¿Estamos entonces delante de una estrategia para ganar mercados? Si seguimos el consejo del periodista brasileño Thalles Gomes, estos días en Puerto Príncipe, y revisamos la definición de
La colaboración con el campesinado haitiano en estos momentos es, desde luego, muy necesaria. Pero la urgencia de hoy no puede convertirse en dependencia para mañana. Por ello, desde las organizaciones campesinas locales tienen previstas movilizaciones y marchas estos próximos 4 y 5 de junio, contra esta sutil invasión, mientras desarrollan planes propios para aumentar la producción y reproducción de semillas locales y buscan conseguir semillas naturales de lugares con climas similares (en la propia República Dominicana, por ejemplo). Pero parece que estos programas no cuentan con empujones ganadores
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*Coordinador de la revistaSoberanía Alimentaria, Biodiversidad y Culturas y autor del libro Lo que hay que tragar
¡QUÉ MANERA DE MANIPULARLO TODO Y DE ARRUINAR A LOS RESIDENTES DESDE FUERA! ¿Por qué no se deja en paz a la pobre gente, o se la ayuda sin estorbarla, ni arruinarla, ni robarla, ni envenenarla?
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