Ya todos sabemos que "toda forma de poder debe ser cuestionada". Y con eso, qué hacemos?

martes, 22 de diciembre de 2009

Apuntes sobre el progreso.

Sigo leyendo siempre las incontables defensas de las injusticias perpetradas contra la vida de los habitantes de este planeta que se esconden tras la idea de “progreso” y particularmente de “progreso económico”.

En números, la defensa siempre tiene que ver con el incremento del PBI, el empleo y los beneficios[1].

Parapetados en el incremento del PBI[2], un indicador que sólo habla de montos totales, y no de distribución del ingreso, ni de la devastación ambiental que ese incremento puede significar para la tierra.

Un ejemplo:

Los ingenios azucareros en el norte argentino, trajeron, según los datos que quedan en las historias económicas del país, el progreso de la región. El incremento en el nivel de exportaciones sumó a los indicadores macroeconómicos el total de las operaciones llevadas a cabo por la producción azucarera[3]. Así, los libros de historia registraron que los ingenios representaban un progreso para la nación.

Del otro lado de esa historia, quedaron las voces silenciadas de los aborígenes. Comunidades enteras sumidas en la deuda para luego ser obligadas a un trabajo esclavo, que les dejaba como ganancia sólo más deudas, forzándolos a volver a la siguiente zafra[4]. El tiempo esclavo que obligó a los aborígenes de las cumbres derivó en la imposibilidad de mantener las terrazas de cultivo, el sustento comunitario creado y sostenido por centurias de trabajo continuo. Las terrazas destruidas llevaron a los aluviones que cortaron cauces de ríos, sepultaron casas, destruyeron vidas.

Del lado del progreso quedaron las ganancias de los regentes de los ingenios, hoy en las arcas de las familias patricias. Algunas hoy venidas a menos. Todas obtenidas con la sangre del pueblo. Del otro lado, quedaron las terrazas destruidas, las comunidades devastadas, el hambre padecido.

Así, la palabra progreso va tomando una semántica restringida: se refiere al progreso en términos estadísticos de algunos números de las finanzas nacionales, sin tomar en cuenta la distribución del ingreso, y casi siempre sosteniendo la secular idea de que los que tienen más, tienen que ganar más.

Las inversiones de las corporaciones extranjeras, con su lucha constante contra la organización sindical, serán bienvenidas bajo la idea del progreso.

En estos días nos vamos enterando que esa restringida idea de progreso lleva a firmar decretos para pagar una deuda que no deja de ser ilegítima, aunque legal. El monto es el doble de lo destinado a la asignación “universal” por hijo y casi el mismo que el destinado a educación. En otras palabras, se pagan intereses de deuda ilegítima con el doble de dinero de lo que se invierte para una magra limosna para paliar el hambre (ver como pequeña muestra este y este artículo).

Estos pagos, harán que el país obtenga créditos a tasas más bajas tanto para el sector público como para el privado, dicen los diarios corporativos.

La oposición cuestiona el uso de reservas para el pago, no el pago mismo. Las publicaciones corporativas, una vez más se hacen eco de los límites que un modelo corporativo de economía plantea en la discusión, nunca de las voces que evidencian los límites reales.

La deuda sigue incuestionable, y tampoco se menciona la idea simple de que pedir más créditos (sin importar la tasa) lleva a una espiral sin fondo donde sólo puede haber más deuda.

Es evidente que nadie en la dirigencia política tiene verdadera voluntad de un progreso que tenga que ver siempre con la mejora de la calidad de vida de la población, sin destrozar toda posibilidad de futuro.

Les dejo una nota sobre cómo funcionaba el sistema de captura de los estados por la acumulación de deuda.

John Perkins on “The Secret History of the American Empire: Economic Hit Men, Jackals, and the Truth about Global Corruption”

John Perkins en “La historia secreta del Imperio Americano: Sicarios económicos, Chacales y la verdad sobre la corrupción global”

John Perkins, un integrante de esta monstruosa maquinaria, arrepentido habla sobre cómo la voluntad de los préstamos nunca fue la de mejorar las cosas en las naciones deudoras, sino someterlas. Todo desde el punto de vista de alguien que trabajó de ello. Las cosas que cuenta Perkins son sobre cuando él era parte de ellos, desde 1971 a 1981.

Algo habrá cambiado?



[1] Para una pequeña muestra que nos duele a diario:

Solá: defensa del progreso en pesca y agricultura de OMGs

Gioja: defensa de la minería

Santa Cruz: defensa de hidrocarburos.

[2] El PBI es el Producto Bruto Interno, lo que equivale a la sumatoria de los valores agregados de la economía. Lo que se traduce como la sumatoria de todo lo producido en un país (PBI nacional), región o provincia.

[4] Recomiendo ver “Río Arriba”: http://www.youtube.com/watch?v=57P4ZEst59A

2 comentarios:

  1. Todavia sigo procesando Zeitgeist Addendum, donde hay una entrevista a John Perkins. En las pasadas semanas les queme la cabeza a mis compañeros de trabajo para que la vean, estamos en pleno debate en el trabajo.
    Trabajamos para el JP Morgan Chase, je.

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  2. Te recomiendo leer este post, Fabio:
    http://ilusionesnecesarias.blogspot.com/2009/10/hernan-arbizu-ex-jpmorgan.html
    Saludos.

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